WASHINGTON - Donald Trump rechazó el lunes las críticas que despertó su descalificación a un juez de ascendencia mexicana. Dijo que fue "inapropiado" que Newt Gingrich demandara que el empresario deje de hablar de la etnicidad del juez federal y comience a comportarse como "un líder potencial de Estados Unidos".
Sin embargo, Trump se abstuvo de comentar sobre llamados similares de los líderes republicanos, un indicio de que no quiere estropear la frágil tregua que tiene con ellos.
Trump insistió en que solamente se está defendiendo ante preguntas incesantes sobre demandas contra la Universidad Trump. El candidato presidencial descalificó al juez federal Gonzalo Curiel, alegando que no puede ser imparcial en las demandas porque sus padres son mexicanos y porque Trump ha dicho que quiere construir un muro en toda la frontera con México.
"Uno tiene que responder", dijo Trump en Fox News. "Todo lo que estoy tratando de hacer es entender por qué estoy siendo tratando tan injustamente por un juez", agregó.
La víspera, Gingrich dijo que los comentarios de Trump sobre la etnicidad de Curiel eran "inexcusables" y el peor error de Trump. Gingrich fue uno de varios republicanos que demandaron públicamente que el casi seguro nominado presidencial del partido deje atrás la controversia y unifique a los republicanos.
En diversos programas televisivos dominicales, el líder de la mayoría senatorial republicana Mitch McConnell dijo que no podía "estar en más desacuerdo" con las declaraciones de Trump sobre Curiel. Añadió que "todos le respaldamos ahora", una advertencia implícita de que pudiera no seguir siendo así.
A su vez, el jefe de la comisión senatorial de relaciones exteriores, el republicano Bob Corker, dijo que no acepta los comentarios sobre Curiel y se quejó de que la entrevista debía haber sido sobre política exterior.
El mensaje fue reiterado el lunes por el jefe de la comisión de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes, Jason Chaffetz.
"¿Por qué él no se limita a decir 'es asunto de los abogados'... y ya está?", dijo Chaffetz en el Fox News Channel. "Y entonces pasa a otra cosa", apuntó.
Los comentarios solidifican la línea trazada recientemente por los líderes republicanos entre ellos y Trump, con quien han hecho una paz frágil basada en la idea de que cualquiera sería preferible que Hillary Clinton como candidata presidencial demócrata.
La Universidad Trump es blanco de dos demandas -una en San Diego y otra en Nueva York- en las cuales la acusan de defraudar a estudiantes con promesas incumplidas de enseñar los secretos del éxito en el mundo de bienes raíces. Trump insiste en que la mayoría de los estudiantes estaban satisfechos.
A Trump no le queda competencia por la candidatura republicana, pero el millonario tiene problemas significativos con los más altos representantes electos del partido que él espera encabezar.
El domingo, McConnel dijo que es hora de unificar el partido, no de "ajustes de cuentas ni resentimientos. Espero que él cambie su dirección".