La frontera sur de Nicaragua es el escenario del más reciente episodio de deterioro de las relaciones entre Nicaragua y Costa Rica. La presencia de casi 2 mil refugiados cubanos en la línea fronteriza entre esos países ha desatado una lluvia de acusaciones y contra acusaciones entre ambos gobiernos centroamericanos.
La embajadora nicaragüense en las Naciones Unidas, María Rubiales, declaró que la decisión de Costa Rica de permitir el paso de los cubanos hasta la frontera con Nicaragua era una violación de la soberanía de su país y aseguró que el Ejército y la policía estarían vigilantes en la zona fronteriza para impedir la entrada de los cubanos.
El domingo 15 de noviembre se produjeron incidentes en el que el ejército y la policía nicaragüense confrontaron a un grupo de casi 800 inmigrantes cubanos que entró a territorio nicaragüense y fue repelido a la fuerza con el uso de gases lacrimógenos.
El Canciller de Costa Rica, Manuel González afirmó que envió una “enérgica protesta” al gobierno de Nicaragua por lanzar el Ejército contra los cubanos que intentaron cruzar la frontera. Este pasado martes en una entrevista radial González propuso la creación de un corredor humanitario para que se les permita el cruce a los cubanos hacia Estados Unidos.
Ese grupo de cubanos permanece en un campamento en la zona fronteriza de Peñas Blancas atendido por la Cruz Roja y otras instituciones humanitarias en espera de una solución a su situación.
El gobierno cubano rompió su silencio anoche y en una nota difundida en su Noticiero Nacional, declaró que los cubanos que están en esa situación pueden regresar al país, si así lo desean.
En el año fiscal que terminó en septiembre se registró la llegada de 45 mil cubanos a los puestos fronterizos entre Texas y México. Este éxodo masivo está impulsado por el miedo de que Estados Unidos cambie la política que les permite a los cubanos solicitar la residencia después de un año y un día de su entrada a Estados Unidos.
Cada día llegan a Costa Rica entre 300 y 350 isleños y se suman a unos 2 mil que están varados en la frontera de Peñas Blancas por la negativa de Nicaragua de permitirles su ingreso. Nicaragua alega que el gobierno de Costa Rica provoca intencionalmente una crisis migratoria a nivel centroamericano.
Este episodio ha provocado que aumente la tensión entre ambos países cuyas relaciones políticas ya están bastante afectadas. En el 2010 Costa Rica acusó a Nicaragua de invadir el pequeño pueblo limítrofe de Isla Portillo, mientras Managua contra atacó culpando a Costa Rica de contaminar el rio fronterizo San Juan con la construcción de una carretera que corre paralela a la vía fluvial. Ambos casos fueron presentados ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
El Canciller tico lamentó que Nicaragua use la tirantez en las relaciones políticas entre ambos países de esta forma afectando los derechos civiles de estos inmigrantes que, según él, lo que necesitan es ayuda y no actos de violencia contra ellos.
El canciller González aseguró que en la próxima visita del presidente Luis Guillermo Solís a Cuba, los días 15 y 16 de Diciembre, será tratado el tema migratorio en una reunión con el gobernante cubano Raúl Castro.
Esta será la primera vez que un Presidente de Costa Rica visite Cuba oficialmente.
