En un gesto que las autoridades describieron como simbólico, tres vuelos saldrán el domingo del Aeropuerto de Bruselas, después de 12 días de cierre provocados por un mortal atentado.
Los vuelos de Brussels Airlines a Atenas, la ciudad italiana de Turín y la portuguesa Faro serán "un signo de esperanza" y una demostración de la "voluntad compartida" de que el servicio de pasajeros, aunque sea parcial, pueda reanudarse pronto tras "los días más oscuros en la historia de la aviación en Bélgica", indicó Aranaud Feist, director ejecutivo de Brussels Airport Co.
El aeropuerto lleva cerrado desde los devastadores atentados del 22 de marzo contra su principal terminal y en un tren del metro de Bruselas, en los que murieron 32 víctimas y 270 resultaron heridas. Los ataques fueron reivindicados por el grupo Estado Islámico.
El principal aeropuerto de Bélgica debería reanudar sus tareas a partir del lunes, primero a un 20% de capacidad que le permita procesar 800 pasajeros por hora, dijo Feist. El directivo dijo esperar que pueda restablecerse el servicio pleno a finales de julio, a tiempo para la temporada de vacaciones en el verano boreal.
Antes de los ataques, el aeropuerto gestionaba unos 600 vuelos diarios y operaba como núcleo de conexiones en Europa. Se han ordenado nuevas medidas de seguridad en el lugar para minimizar la posibilidad de nuevos ataques.
La policía revisaba el domingo los vehículos que llegaban, y se colocó una gran carpa blanca ante la terminal para comprobar identidades y documentos de viaje de todos los viajeros antes de permitir su entrada en el aeropuerto. La zona de aparcamiento rápido ante la terminal fue clausurada.
Los agresores llegaron a la zona de facturación con maletas llenas de explosivos y clavos, y las detonaciones derribaron parte del techo y destrozaron las ventanas, además de matar a 16 personas.
Los ataques han abierto un debate más amplio entre las autoridades de aviación en muchos países sobre la posibilidad de imponer controles de seguridad rutinarios a la entrada de las terminales de aeropuertos.
Hasta que la terminal pueda repararse por completo, Feist señaló que los viajeros que salgan entrarán primero en una estructura temporal levantada en las pistas, para después acudir a una zona de facturación preparada de forma específica.
Hasta nuevo aviso no habrá acceso al aeropuerto por tren o transporte público, añadió Feist.
Delta, mientras tanto, indicó que suspendería sus vuelos entre Atlanta y Bruselas hasta marzo de 2017 debido a la incertidumbre sobre la reapertura del aeropuerto y a una demanda debilitada. La aerolínea seguía contando con retomar sus servicios entre el aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy y Bruselas, una vez el aeropuerto de Bruselas dé luz verde.s
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