Una veterana de la Fuerza Armada dice que ha estado sufriendo de problemas en sus oídos por varios años. Y no fue hasta recientemente que dice que finalmente recibió respuestas sobre el por qué.
La mujer nos dijo que cree que los tapones de oído que usó durante sus 10 años de servicio son la razón por la cual ella ha estado teniendo problemas de audición.
“Me da rabia”, dice Sangra Burbano, para quien hoy es difícil pensar cómo su vida ha cambiado.
“Hasta que no lo pasas, no logras entender lo importante que son tus oídos”, comenta.
La madre de 41 años dice que ha estado sufriendo de problemas auditivos hace años, problemas que ella dice surgieron durante su tiempo en la armada estadounidense…
“Pasó un día que empecé a escuchar un sonido en mi oído. Era como, algo fino, como un tono. Era “beeeep”, y se fue”, recuerda.
Ese sonido, dice ella, sigue ocurriendo con frecuencia hasta el día de hoy. Otras veces, Sandra dice que le cuesta trabajo entender algunas conversaciones por teléfono y hasta incluso en persona…
“Había cierta gente que les entendía otra cosa. Pensé “yo me estoy volviendo loca o me están tomando el pelo?”, agrega.
Sandra sirvió en la Armada entre el 2004 y el 2013. Inició su carrera trabajando con aviones militares, parte del tiempo en el extranjero – siempre, dice ella, en lugares muy ruidosos.
“La bulla es constantemente, si no es una cosa, es la otra”, dice Sandra.
Dice que recuerda haber usado protección para sus oídos durante su servicio, incluyendo algunos tapones que lucían como esta réplica de los tapones 3M de combate que su abogado creó, porque no pudo encontrar unos para comprar.
“Yo si había notado que cuando me los colocaba había uno que medio se salía y otro que quedaba suelto. Entonces yo lo que pensé fue, no, no, no esto tiene que ser que a lo mejor tengo un defecto en el oído, a lo mejor mi oído es diferente que los demás”, dice.
Pero Sandra ahora cree que los tapones que usó tenían un defecto en su diseño que causaron sus problemas auditivos. El abogado Marcus Susen dice que representa a Sandra y a unas 100 personas más que comparten esa preocupación.
Según la alegación, la compañía 3M sabía que los tapones eran demasiado cortos y que, como resultado, no se mantenían estables adentro del oído, permitiendo que entrara sonido.
Sandra aún no ha hecho una demanda formal, pero hay otros veteranos en diferentes estados a través del país que si están demandando a la compañía. 3M negó en un comunicado que el diseño fuera defectuoso y dice que “nos defenderemos de las alegaciones en estas demandas a través del proceso legal”.
La compañía añadió que “tenemos una larga historia de trabajar con las fuerzas armadas estadounidenses” y que “seguiremos haciendo productos que ayuden a proteger a nuestros soldados y apoyar sus misiones”.
“Es una pesadilla. Es algo que no se lo deseo a nadie. Realmente vives en tu propio mundo”, concluye Sandra.
Sandra, mientras tanto, sigue tratando de adaptarse a su realidad. Dice que comparte su historia con la esperanza de que ayude a otras personas que quizás estén sufriendo en silencio.
“Que se pongan a analizar si esto realmente les ha pasado, que por favor, salga a flote. Sé que es difícil. No es una situación fácil de aceptarlo”.
El año pasado, 3M llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia para resolver alegaciones que acusaban a la compañía de no haberle dicho al Gobierno federal que los tapones de oído tenían defectos que impactaban su efectividad. La compañía aceptó pagar más de 9 millones de dólares, pero en ese arreglo no hubo una determinación de responsabilidad.