Hay muchas razones para que un padre se pierda el nacimiento de un hijo, pero pocas excusas son tan extrañas como la de uno en especial.
Randy Jeffris, de Arizona, no pudo presenciar el parto de su hija Allure, porque a esa hora era sujeto de una intervención quirúrgica.
Lo que le ocurrió fue una infección, producto de una mordida de de una gata.
Jeffris afirma que estaba tratando de meter en una jaula a la gata de la familia, cuando le mordió la mano.
Mientras era operado, su esposa dio a luz a la segunda hija de la pareja, en el mismo hospital.
La madre alumbró a Allure sin complicaciones, aunque dice que le alivia tener nuevamente a Randy a su lado.
"Confiaba en que la bebé esperaría, pero ya sabes, los chicos llegan cuando tienen que llegar", comentó el orgulloso papá.
Photo Credit: KPNX
